Rubén Gares, el fotógrafo de nuestra boda, ha sido una elección excepcional. Desde el primer momento supimos que era el profesional ideal, no solo por su talento, sino también por su calidad humana. Su dedicación, pasión y capacidad para hacerte sentir cómodo frente a la cámara son incomparables. Rubén captura emociones y momentos con una naturalidad asombrosa, jugando con la luz y el ambiente para crear imágenes mágicas. Realizamos tres sesiones (pre, boda y post) y cada una superó a la anterior, dejándonos recuerdos inolvidables que revivimos con la misma intensidad cada vez que vemos nuestro álbum, un tesoro lleno de momentos únicos. Rubén no solo nos regaló fotografías, sino también la posibilidad de revivir el día más feliz de nuestras vidas. Estamos profundamente agradecidos y lo recomendamos con todo nuestro cariño. Sin duda, volveríamos a elegirlo una y mil veces. Gracias, Rubén, por ser parte de nuestra historia y convertir nuestro día en algo aún más especial de lo que imaginamos.